dimarts, 25 de juny del 2013

I, DRAVOS (I)






"I, DRAVOS" (I)


1. INOCENCIA 2. PUREZA 3. CORRUPCIÓN 4. CULPA

Para muchos, Davros es y siempre ha sido por excelencia  el malo de Doctor Who. A todo el mundo le encanta odiar al Amo, por supuesto, pero en su mayor parte este rival Señor del Tiempo del Doctor siempre ha tenido estilo y elegancia, incluso se podría decir que es un retrato bastante romántico de un villano. Davros, por otro lado, es un monstruo absoluto. Horrible a la vista, Davros siempre ha conseguido ser aún más feo en el interior de lo que es por fuera.
En televisión, jamás se dio ninguna explicación de  la condición física de Davros. En “Génesis of the Daleks” de Terry Nation los Kaleds fueron retratados como una raza similar a los nazis, que valoraban la pureza y el buen estado de salud por encima de todo. Sin embargo, paradójicamente, su Comandante Supremo era posiblemente físicamente el ser más torpe en todo su planeta. Como tal, se deducía que Davros no había nacido así, que  fue herido en contraposición a corrompido genéticamente, y así desde 1975 generaciones de fans de Doctor Who se han preguntado e incluso se han atrevido a imaginar lo que podría haber causado que Davros  apareciera como lo hizo. Esta conjetura  plantea la cuestión: "¿La locura de Dravos fue antes de su accidente, o fue su locura causada por él?”, Pero ahora, por fin, no tenemos que especular más. Big Finish en la asombrosamente excelente mini-serie “Yo, Davros” contesta a todas las preguntas que se habían  planteado sobre Davros, y plantea un buen número de otras nuevas sobre este tema.
La historia que se cuenta a través de estas obras es monumental  tanto a escala global como a escala personal, pero la calidad de los guiones y las actuaciones de los actores son más que iguales a eso. De hecho, toda la producción es de la más alta calidad,  desde la evocadora melodía del título de Steve Foxon (realizador de posproducción y efectos digitales y sonido de Big Finish) y apuntando todo el camino al distintivo  de Stuart Manning (creador de portadas de Big Finish), y sincera y francamente las inspiradas ilustraciones de la portada son  impresionantes.

                                           1.  INOCENCIA.

Es justo decir que se espera lo  mínimo en la entrega inicial de la miniserie, "Inocencia", pero el guión de Gary Hopkins es  realmente sorprendente. Aparte de que  el título pueda ser  una grave ironía o un nombre inapropiado, todo el juego se satura con brillantez. Claramente inspirado en la serie de televisión de la BBC  “Yo, Claudio”, los personajes de esta historia son fácilmente  tan icónicos como sus homólogos  romanos, por no hablar absolutamente del fascinante arranque.
                                  
"Nada muere de vejez en Skaro."
Tómese a  la madre de Davros, Calcula. Lo que es un uso simple y sorprendentemente efectivo de la onomatopeya: el nombre del personaje  dice todo lo que necesitas saber acerca de ella antes de que ella misma lo haga. Y Carolyn Jones (en el  Octavo Doctor sale en“The Last”, también escrita por Hopkins) es absolutamente dueña de su parte de la historia, habría sido una cosa fácil para una actriz llevar a  un personaje a los reinos de pastiche, pero en su haber Jones se acerca  a la línea de melodrama completamente sobrio aquí (supuestamente). El padre de Davros, el Coronel Nasgard, es casi tan impresionante. El veterano de Doctor Who Richard Franklin, más conocido para los oyentes como el capitán Mike Yates de UNIT, imbuye al canoso corcel de guerra con ese magnífico sentido  ciego de la lealtad y el  deber  inflexible que los soldados tienen a menudo en la ficción,  debidamente templado por la insinuación ocasional de que no está lejos de lo que parece a simple vista.
               
                     "Es  fascinante que un ser vivo pudiera someterse a este tipo de peligrosos  experimentos, sabiendo que iba a morir...”

Pero el verdadero triunfo de  "Inocencia" es el propio joven Davros, interpretado aquí por Rory Jenkins.  Se temía (y se esperaba) una honesta  interpretación de Jake Lloyd, pero, Davros es mucho más inteligente y mucho más sutil que eso. Mientras que el Davros de "Inocencia" puede estar a años luz de distancia de su última psicosis, el joven que nos encontramos en esta obra  es  tan lanzado y tan despiadado como el déspota devora-realidades en que Davros está destinado a convertirse. Una de las escenas finales de la obra, con los experimentos que somete Davros  a su traicionero tutor Magrantine, es absolutamente escalofriante, y es quizás la manifestación más explícita de la maldad que acecha en el niño, incluso tan temprano. Pero incluso esa escena horrible palidece en comparación con la que le sigue, donde Davros ofrece a su hermana algunas raras palabras de consuelo después de un duelo que ha sufrido, pero su única intención es hacerse con el cadáver de su amigo para usarlo en sus experimentos de radiación.
Y en segundo lugar  los apasionantes personajes y la línea narrativa con carga política es el nivel de detalle que Hopkins  inyecta dentro de la obra. En un verdadero estilo precuela , "Inocencia" liga toda una multitud de cabos sueltos y los posibles desaciertos de continuidad, desde las referencias pasajeras a los Dals (una extinta raza Skarosian, parece) y al Lago Drammakin (el futuro Lago de las Mutaciones) a las complejidades del protocolo militar Kaled y la progresión de armamento utilizado en la guerra.

                                          2. PUREZA

La segunda entrega de  “I, Davros” está escrita por James Parsons y Andrew Stirling-Brown, el dúo responsable del audio del Séptimo Doctor “Live 34”.
En el documental “Making of” de Joseph Lidster, Gary Russell remarca que se trata de un relato en la tetralogía de ”I, Dravos” donde a los escritores se les dio un razonablemente amplio criterio, y creía  que esta relativa autonomía se muestra claramente en la obra terminada. En "Inocencia" Davros fue pintado como una especie de chico de oro, un prodigio, incluso. Aquí, sin embargo, sólo una década más tarde, Davros es un cero a la izquierda pegado a un trabajo ingrato que es probar armamento defectuoso. Parsons y Stirling-Brown muestran un panorama fascinante e inesperado, la yuxtaposición de la mediocridad de Davros con su ambición sin precedentes,  la ambición que le obliga a aceptar una misión suicida que le ofrece el Supremo Kaled, una misión suicida en la que, de si alguna manera pudiera sobrevivir, sería ver lo que crean en el núcleo científico finalmente.
Como gran parte de esta obra se centra en la misión de Dravos de recolección de inteligencia en territorio Thal, es naturalmente mucho más vigorosa y de rápido movimiento que  los dos siguientes capítulos. Pero aún así, Parsons y Stirling-Brown desarrollan el personaje de Davros  mucho más allá incluso de lo que  lo hacen Lance Parkin o  Scott Alan Woodard más tarde. Es en esta obra donde  cambia la vida de Davros,es  en esta obra donde su destino está grabado en piedra.
La actuación de Terry Molloy como un Davros  treintañero es muy buena, muy controlada, sobre todo cuando  trata su importante epifanía después de su encuentro con Magrantine, casi se pueden ver los engranajes girando dentro de  su brillante mente. La presunción de que sólo el odio de Magrantine hacia Davros es lo que le mantuvo con vida durante tanto tiempo como un muto, un "hecho jirones, reliquia lisiada de guerra", y que a su vez es el descubrimiento de esta verdad lo que pone a Davros en el camino hacia la  creación de los Daleks esta absolutamente inspirado.

  "Tú me ha hecho vivir. La venganza es un poderoso motivador... Sólo espero     que  algún día descubras lo que es vivir así. Y espero que te traiga tanto dolor como me ha traído a mí".



Mientras tanto, de vuelta en territorio Kaled, el incestuoso drama de "Inocencia" continua, esta vez con la hermana de Davros, Yarvell (Lizzie Hopley) es el centro de todo. Su traición a Davros y la muerte resultante en las manos de su madre está muy bien resuelta, es muy Roma.
Sin embargo, la escena final de la obra es de lejos la más llamativa. Al principio de la historia, Yarvell sermonea a Davros acerca de cómo una vez  los Kaleds y los Thals vivieron en paz, y al hacerlo,  le remite a una pintura recientemente descubierta de un Kaled y un Thal abrazados. Por supuesto, no tenía ni idea de lo que estaba sembrando en la desquiciada mente de su hermano. En lugar de abrazar, en la escena final de "Pureza" se ve Davros empalmando ADN de Kaled y Thal, y luego los mezcla con el ADN de la mortal planta Varga.
Además, como en el caso de "Inocencia", "Pureza" está saciada con detalles suficientes para mantener incluso a los más fervientes y entusiastas fanwank alimentados durante meses. Como ya se ha mencionado, las plantas Varga del Plan Maestro de los Daleks tienen un papel importante que desempeñar, aprenderemos más de los Dals y de las otras razas extintas de Skaro, y la escena política Kaled se ha perfilado totalmente, el Supremo y su Consejo de los Doce serán prácticamente habituales en el clímax de esta obra.



"Pureza" es, pues, sorprendentemente lo más  destacado de toda la serie. No se  pueden conocer los detalles del accidente de Davros o ver como se creó el primer Dalek, sino que en toda la obra se oye a  Molloy dar vida a un Davros pre-accidente y lo lleva a una buena aventura pasada de moda, una aventura donde se forma el destino de Skaro y, con el tiempo, toda la Creación.


Traducción de Montse Garcia para papelpsíquico.

By E. G. Wolverson



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